Revisé muchas bibliotecas, me sumergí para encontrarlo. Nada y mucho. De todo… con poco. Algo interesante, pero no tan filosófico, útil u objetivo.
Mucho del vacío. Me fui al pasado, busqué la historia y la verdad. Todo estaba guardado, entre versiones y poesía.
Lo saqué, lo expuse. Quisieron esconderlo. Planearon guardar los hechos, la pureza, la sabiduría y el conocimiento.
Lo reviví. Lo entregué. Leo para los demás, para mi misma. Exalto sus letras de oro entre diamantes de valentía. Despierto la alegría con el filo de sus palabras.