Ni la queja ni el regaño, solo quietud…y en esa quietud encontré lo que no había encontrado…Antes posiblemente hubiera sido distinto, pero lo tomé ahora, ya está aquí y eso es lo que más me importa.
¿Lo pedí? Sí, ¿Lo soñé? Sí…Pero también lo tracé, lo sufrí y lo peleé porque me importó, porque era mi responsabilidad y porque realmente lo anhelaba. Su llegada no fue una conclusión para mí, fue el inicio y…¡Qué inicio!
Elenny Hernández Cerdas